En Teclib’ creemos que en la vida, perseguir los sueños personales es fundamental para el crecimiento personal, la realización y el autodescubrimiento. Participar en la carrera de Embrunman es un claro ejemplo del sueño de uno de los empleados de Teclib’: Christian.
Ayer Christian terminó la carrera y estamos muy contentos por él.
Después de cruzar la línea y pasar un buen rato con amigos y familiares, Christian nos cuenta su experiencia:
“¡Esta carrera ha sido el momento más feliz de mi vida hasta ahora! ¡El stress apareció y subió a unos cuantos segundos del disparo para empezar a nadar!
Como nadar de noche, sin luz, pues nada, ¡tocó nadar y seguir a todo el mundo hasta que apareciera el sol! Cuando salí del agua, vi mi tiempo, 1 hora y 10 minutos, ¡super! ¡Ese era el objetivo, salir lo más rápido posible y sin haber dado esfuerzos inútiles! ¡Un objetivo realizado!
Alistándome para la salida de la bicicleta, me di cuenta de que iba a ser un día muy largo, mínimo 7h30 de bicicleta antes del Maratón. Hice 8 horas de bicicleta con 30 minutos de retraso. Tomé la decisión de no arriesgarme en las bajadas para evitar un accidente como el de hace 3 semanas, y me regulé a 200 Watts en las subidas y el puerto del Izoard.
¡Tuve un momento de dudas a eso del kilómetro 140 donde mi entrenador supo encontrar las palabras! «Llevas 20 min de retraso – me ha dicho el tiempo y el orden de los otros miembros de Les Sardines Club delante mío -, pero estás bien y hace falta la parte donde sos fuerte y los otros menos: ¡el Maratón! EmbrunMan fractura la mente de los corredores, es normal, pero lo puedes, tú sabías que iba a ser duro y firmaste para ello, así que sigue pedaleando y guarda confianza que, en el maratón, ¡te los comerás a todos!”, me dijo.
Terminé la bicicleta y llegó el momento donde más feliz soy y que esperaba con tantas ansias: el Maratón.
Mi entrenador me acompañó durante 2 minutos y me dictó la estrategia: “5 minutos y 10 segundos por kilómetro los primeros 14 kilómetros, después 5 minutos y 25 segundos por kilómetros los otros 14 kilómetros y después, lo mejor que pueda”.
Me dijo que lograría alcanzar y ganarles a los otros que estaban delante (miembros de Les Sardines Club) ya que soy más fuerte y sé gestionar el maratón. También me recordó que tuviera confianza en mí mismo: “aplica tu estrategia nutricional y de hidratación, que tu sabes muy bien cómo hacer y te los comerás a todos!”
Pues hice lo que me dijo, me sorprendía a veces corriendo a 4 minutos y 40 segundos por kilómetro sin dificultad con una frecuencia cardíaca que no subía a más de 150 bpm… no me lo creía! Pero ya tengo experiencia y sé que todo afán se paga luego en un maratón. Así que regulé mis ansias y energía para guardar el tiempo a 5 minutos y 10 segundos por kilómetro.
¡Y de esta manera, poco a poco alcancé a aquellos que estaban delante de mí y que habían llegado hasta 30 minutos antes de correr! ¡Estaba feliz, no caminé en ningún momento, corría y corría! Era feliz ya que estaba en un estado secundario, como flotando en el aire (falta de azúcar y deshidratación).
La última vuelta de 14 kilómetros fueron interminables, pensé que me iba a desmayar. Me quedaba un solo gel energético que guardé hasta el último momento, donde sentía que iba a perder el control de mi cuerpo (en el kilómetro 39). Después de ingerirlo, la energía suficiente para llegar a la meta me invadió. Corrí hasta ver mi bandera de Colombia que me esperaba en las manos de un colega de Les Sardines Club y fui con orgullo a cruzar y finalizar la meta de esta carrera!
¡Escuché la voz de mi mamá y los alientos de los otros miembros de Les Sardines Club durante toda la carrera! Uno de mis objetivos era realizar la carrera en menos de 14 horas y fue realizado! Lo hice en 13 horas y 54 minutos. El objetivo principal era un maratón en menos de 4 horas y lo hice en 4 horas y 10 minutos, pero mis colegas triatletas la bautizaron “la remontada” porque según mi entrenador fue «un maratón monstruoso el que hice».
Terminé bajo suero, deshidratado y mareado. El mundo daba 1000 vueltas y pensé que era el fin en un momento hasta que mis amigos triatletas me dijeron que era normal, que lo que necesitaba era ir a la carpa médica y descansar un poco. Y así fue como culminé el día más esperado del 2023 y el más hermoso de mi vida hasta hoy en día.
¡Mi mamá fue de ayuda indispensable antes, durante y después de la carrera, verla en el recorrido me daba energía y orgullo! Amigos y otros miembros de Les Sardines Club estuvieron presentes durante toda la carrera repartidos en diferentes lugares de los 231 kilómetros de la carrera. Sin el apoyo que nos brindamos, ninguno de nosotros podemos realizar y terminar una carrera de estas! ¡La mitad de la medalla pertenece a ellos!«
Desde Teclib’ estamos encantados de haber patrocinado y apoyado a Christian en esta gran experiencia atlética. Creemos en los valores humanos de la determinación, la perseverancia y siempre desafiar los límites, los cuales creemos que están ejemplificados en la participación de Christian en la carrera Embrunman. Estamos muy orgullosos de haberlo apoyado mientras él cumplía con sus ideales atléticos.